Es posible que estés pensando en reformar tu vivienda, pero no para mejorar tu comodidad de vida en ella. La reforma de una vivienda también se puede realizar para que la propiedad aumente de valor y calidad de cara a mejorar su venta o conseguir un precio de alquiler más alto del que podríamos pedir sin la reforma.
Revalorizar una casa con una reforma es uno de los recursos más utilizados para venderla por un precio mayor o una mensualidad más elevada en el alquiler.
No basta con pintar las paredes y arreglar algunos desperfectos
Eso sí, para que una reforma sirva para revalorizar una casa no basta con pintar las paredes y arreglar un par de grietas o desconchones. Para conseguirlo hay que cuidar al máximo no sólo la obra y los acabados, sino también los materiales. E intentar proporcionar algún elemento añadido que aporte más valor a la vivienda. Por ejemplo, un vestidor, un office, o, en el caso de que el piso sea muy pequeño, un altillo que le de más espacio.
Para revalorizar una casa con una reforma, es evidente que los materiales que se utilicen en ella tienen que ser de buena calidad. Por ejemplo, en el caso de los suelos, utilizar madera si antes había suelo de terrazo o baldosines. O, si ya la había, sustituirla por maderas de primera calidad. Eso sí, en primer lugar habrá que vigilar el estado de cañerías e instalación eléctrica. Si alguna de las dos, o ambas, están deterioradas o tienen ya bastantes años, es recomendable cambiarlas. La venta o alquiler de una vivienda con la instalación de electricidad o de agua en malas condiciones no revaloriza precisamente una vivienda. Le resta valor.
En las paredes, si se cuenta con gotelé, es el momento de eliminarlo. Su presencia en las paredes añade años a una vivienda y le resta posibilidades de modernizar. Tras la retirada del gotelé hay que corregir las irregularidades en las paredes, que siempre las habrá. Esto se debe a que en muchos casos, el gotelé se ha utilizado tradicionalmente para disimularlas. Una vez hecho esto, se puede o pintarlas o empapelarlas.
Tras el arreglo del suelo y las paredes, llega el turno de los techos. Como las paredes, debe retirarse su gotelé si lo tiene. Y después pensar en cómo se desea que sea la iluminación de la vivienda. Bien mediante lámparas, de manera algo convencional, o con luces LED integradas en el techo. Esta última opción, está muy de moda ultimamente y ya no se limita únicamente a cocinas y baños. También ha llegado a otras estancias de las viviendas. Sobre todo, al salón. Y aporta un toque actual y moderno a las viviendas.
La reforma de la cocina y el baño son de esas actuaciones imprescindibles que deben hacerse en un hogar cada cierto tiempo, de manera periódica. Aún más importante es reformar estos espacios cuando lo que se quiere es revalorizar un inmueble, especialmente con reformas muy demandadas como la sustitución de bañera por ducha. La cocina y el baño son los lugares que más desgaste sufren a lo largo de los años, por eso es lógico intervenir para actualizarlos y que queden como nuevos.
Conseguir la eficiencia energética en un inmueble es una de las actuaciones que más valor aporta a una vivienda. Entre las reformas que ayudan a hacer una casa más eficiente se encuentran la instalación de energías renovables, la inversión en aislamiento o la sustitución del sistema de calefacción por uno más moderno y eficiente. Al tratarse de reformas que también disminuyen el consumo energético, parece lógico que cualquier posible comprador esté dispuesto a pagar más por una casa con estas prestaciones.