La rehabilitación energética es el conjunto de acciones que podemos realizar en un edificio o vivienda para incrementar su eficiencia energética. Es decir, optimizar la energía que consumimos, de manera que usemos la mínima necesaria para nuestro bienestar.
Con una rehabilitación energética se consiguen 3 objetivos:
- Reducir la factura eléctrica. Ya que no necesitaremos tanta energía para tener la casa perfectamente climatizada en cualquier época del año.
- Realizar un consumo responsable de energía y producir una menor emisión de CO2. Lo que permite, además del ahorro anterior, luchar contra el cambio climático y conservar el medio ambiente y los recursos energéticos.
- Aumentar el valor y la habitabilidad de una vivienda, con la ganancia en calidad de vida y salud que implica.
Los pasos para realizar esa rehabilitación energética son:
1. Análisis de la eficiencia energética del edificio
Lo que nos proporcionará, por un lado, su certificado energético y, por otro, las propuestas de mejora del experto que realiza la certificación. En el informe obtendremos información sobre las posibilidades de rehabilitación energética que tendremos disponibles para cumplir con la legislación sobre el tema.
2. Valoración de la inversión
Lo que implica conocer el ahorro que obtendremos a lo largo del tiempo, comparado con la inversión necesaria que debemos hacer.
3. Aprobación de las reformas en el edificio
Con el consenso de la comunidad de vecinos, por supuesto.
4. Realización de las obras de rehabilitación energética
Que según el informe pueden ser de diversos tipos, incluyendo:
- Mejora de la fachada para aumentar el aislamiento general.
- Optimización de ventanas y balcones. Que son los principales puntos por los que escapan la energía y la climatización.
- Estudio del uso de energías renovables y limpias. Lo que puede implicar instalación de placas fotovoltaicas, colectores termosolares, etc.
- Mejora de los aparatos eléctricos. Dentro de la rehabilitación, es necesario que los electrodomésticos y equipos que empleen energía también tengan una buena certificación energética y consuman lo menos posible.
Según las obras y la mejora, se pueden obtener reducciones del consumo de entre un 20% y un 75% o disminución de emisiones de CO2 de entre el 10% y el 30%.