La opción de rehabilitar  una casa rural para es un proyecto apasionante pero hay que tener en cuenta la importancia de realizar un elaborado plan de valoración de la vivienda en su totalidad. Rehabilitar una vivienda rústica tiene muchas ventajas. La primera y más importante es que se trata de un edificio con características espaciales y constructivas únicas, con rasgos que confieren a cada casa un carácter diferenciado

Es imprescindible valorar todas técnicas de construcción  respetando la construcción tradicional del lugar y utilizando materiales tradicionales de la zona y su entorno.

Las partes más importantes del proceso se podrían resumir en los siguientes puntos:

Selección del estudio de arquitectura.

Es importante seleccionar un arquitecto que esté especializado en este tipo de proyectos y si es posible también  que la  empresa constructora tenga experiencia en obras de rehabilitación,  restauración de edificios y monumentos, en viviendas y obra rústica, este es el caso de Rehabitarte en el que te ofrecemos toda nuestra experiencia para que quedes plenamente satisfecho con la rehabilitación de vivienta rústica en la provincia de Lugo.

Análisis del estado actual de la vivienda.

El primer paso es  detectar los distintos periodos y técnicas de construcción y tomar medidas de todo el conjunto. De esta forma sabremos dónde podemos actuar. La cuestión clave es no superar las limitaciones estructurales ni estilísticas de la vivienda. Convendrá conservar todos los elementos constructivos que se encuentren en buen estado o que admitan reparación, así como reciclar materiales que puedan servir para distintos usos. Los trabajos tendrán que abarcar tareas de consolidación de muros y estructuras existentes, refuerzos y sustituciones con materiales procedentes de derribos. O bien intervenciones mixtas en las que se incorporen perfiles de acero, losas de hormigón armado, viguerías de madera laminada, bloques termoarcilla, forjados de chapa colaborante… No hay que tenerle miedo a la contraposición entre las técnicas post y preindustriales.

Disponibilidad de agua.

Valoración de la viabilidad de aportación de agua corriente a la propiedad, ver disponibilidad de depósitos y opciones para calentarlas en caso de no disponer de agua corriente.

Valoración de existencia de red saneamiento. Si fuera  inexistente convendría valorar la opción de una fosa séptica.

Uno de los inconvenientes que más preocupa en una vivienda de segunda mano es el estado de las tuberías. Si estas son de cobre o hierro, las más antiguas, es conveniente revisar tanto el caudal de agua como su estado. Si las tuberías están a la vista, pueden ser sustituidas sin necesidad de levantar el suelo. Una buena solución para renovar el aspecto de las tuberías exteriores puede ser pintarlas del mismo color que la pared o camuflarlas con un mueble alto que actuará de parapeto de las tuberías verticales

También se puede regenerar el mal estado de las tuberías mediante soluciones que no requieren su sustitución. La más novedosa consiste en aplicar una capa de resina especial, cubriendo el interior de la tubería vieja, de esta manera se crea una segunda tubería por la que circulará el agua libre de cualquier residuo metálico

Energía.

Valoración de disponibilidad de una red  eléctrica o la instalación de paneles solares, generadores eólicos o calderas de pellets,  para conseguir una vivienda totalmente auto suficiente.

La orientación solar es muy importante para hacer una previsión del gasto energético. La falta de luz natural en plantas bajas soterradas o en viviendas entre medianeras puede solventarse trasladando la zona de día al bajo-cubierta, aprovechando así la luz natural, ventilación y posiblemente buenas vistas.  En una vivienda rústica es frecuente que predomine el muro frente a las aberturas, así como los formatos verticales. Por eso, si quieres tener una mayor entrada de luz, sin alterar las proporciones originales del hueco, se puede, por ejemplo, rasgar los antepechos hasta el suelo o disponer la ventana entre forjados.

La restauración y el proyecto

A nivel de restauración es primordial la revisión  de  cada parte de la estructura, sustituyendo y reforzando estructuras y vigas de techos para adecuarlas a las normativas actuales, intentando  siempre mantener  la armonía arquitectónica con los orígenes de la zona.

Las estructuras de madera, como la de una viguería, se pueden blanquear o rebajar la incidencia de un entrevigado mediante pintura o forrando los mismos con placas de Pladur.

Otra clave para conectar con el estilo rural es elegir acabados artesanales y terminaciones que no busquen la perfección absoluta.

Una altura considerable, permite, por ejemplo, un segundo nivel. Dejando parte de la planta abierta, se obtiene un espacio de doble altura que permitirá sacar partido de los materiales, la luz natural y tener un dominio completo del volumen, consiguiendo un ambiente de una gran calidad espacial.