¿Estás planteándote una reforma integral de tu vivienda que la convierta en una vivienda más sostenible? Pues no lo dudes, la sostenibilidad no es una moda, el medio ambiente lo necesita y además la rentabilidad que le sacarás a esa reforma sostenible te va a merecer mucho la pena. Nuestro consejo es que siempre que puedas apliques aquellos criterios de sostenibilidad a tu alcance en las obras para conseguir una casa ecológica y sacar el máximo partido al gasto que vas a realizar.
El primer punto que debes tratar es bastante predecible, para dejar menor huella en el impacto ambiental debemos reducir las demandas de energía. Se debe incidir en la sustitución de cualquier material perjudicial para la salud o el medio ambiente. El ahorro de agua también puede ser un factor a tener en cuenta que, en función del tipo de vivienda, puede reforzarse con la reforma adecuada. Con estos factores en mente, vamos a repasar todo lo que puedes plantearte para la reforma integral sostenible de una vivienda y al fin acercarte a esa casa ecológica, modelo de sostenibilidad.
Cómo plantear el ahorro de energía en una reforma integral sostenible
Los aspectos fundamentales a contemplar son el aislamiento y la fuente de energía. Las acciones que se pueden plantear en este sentido son:
- Mejorar el aislamiento térmico con materiales sostenibles.
- Sustituir las ventanas por otras más eficientes.
- Repensar los sistemas de climatización, tanto para calefacción como para refrigeración.
Mejorar el aislamiento térmico de la casa
Utilizar materiales sostenibles para el aislamiento térmico durante la reforma es una de las mejores inversiones en confort que puedes realizar. Las placas de corcho prensado, producido localmente, son una estupenda alternativa. Otras opciones responsables con el medio ambiente son las mantas de materiales vegetales como el cáñamo o el lino o también los paneles de fibras de madera reciclada. Cualquiera de estos materiales aislantes es preferible a las tradicionales planchas de poliestireno o al poliuretano o incluso a la lana de roca que, aunque de origen natural, necesita para su fabricación cantidades ingentes de energía. Además de propocionar un mayor confort térmico, estos materiales son excelentes aislantes acústicos.
Sustituir las ventanas
Otra medida muy valiosa para el ahorro de energía en la casa es la sustitución de las ventanas por un modelo más eficiente energéticamente hablando. El doble vidrio con una cámara de aire de al menos 10 mm es ya un estándar en construcción y reformas. Si es posible, y aunque resulta más caro, se puede añadir cámara de aire de gas Argón o SF6: además de aislar mejor del frío y del calor, también aisla del ruido.
En cuanto a la elección del modelo de apertura, son recomendables las ventanas batientes u oscilobatientes en su caso, porque ajustan mejor que las correderas. Y en materiales, se considera que PVC, madera y aluminio ( con rotura del puente térmico) son, por ese orden, los más aislantes.
Cambiar o mejorar el sistema de calefacción
Un termosifón solar para el agua caliente y placas fotovoltaicas para generar calor serían los sistemas más eficientes para calefactar una vivienda. Pero como no son alternativas reales para un piso en una ciudad como Madrid y para un país como el nuestro, aún no preparado desde el punto de vista legislativo para el autoconsumo eléctrico a pesar de las muchísimas horas de sol, vamos a centrarnos en aquellos sistemas de calefacción más habituales.
La bomba de calor sólo es una opción a barajar en el caso de pisos pequeños, poco compartimentados y bien aislados. Los espacios abiertos permiten que el aire caliente se difunda fácilmente por convección.
Salvo en este caso de estudios o apartamentos, en que hemos visto que el aire acondicionado con bomba de calor puede ser una buena alternativa, la recomendación para pisos y viviendas en Madrid es hacer uso de la instalación de gas natural. En general, el cambio de una caldera de gas natural antigua (atmosférica o estanca) ya supone un importante ahorro en el consumo de gas natural, si ese es el sistema que queremos instalar. Tanto las calderas de baja emisión de NOx como las de condensación (que necesitan desagüe aparte) tienen un alto rendimiento en comparación con aquellas a las que han ido sustituyendo. Si en la reforma ya se han acometido los temas de aislamiento de forma rigurosa, la caldera de condensación es probablemente la más adecuada en el caso del gas natural.
En cuanto a otras opciones, los sistemas de calefacción radiante disponibles son el calor radiante hidráulico (con instalación de fontanería) y el calor radiante eléctrico (con hilos eléctricos bajo el suelo) que se pueden estimar en la reforma integral de una vivienda, aunque el coste de su instalación es muy elevado, y en el caso del sistema eléctrico, extremadamente caro de mantener, incluso aprovechando las horas valle en los precios de la energía eléctrica.
Lo que sí puede suponer una gran diferencia en la reforma integral sostenible es la instalación de una caldera de biomasa. La más conocida es la caldera de pellets, pequeños cilindros hechos de residuos vegetales comprimidos, que al quemarse, no contaminan el medio. Es ideal para casas unifamiliares, pero ni una caldera ni una estufa de pellets son opciones para un piso, ya que es necesario que la chimenea sobresalga al menos 2 metros por encima de los tejados colindantes.