Cambiar la bañera por platos de duchas para personas mayores

No es una novedad que el cambio de bañera por plato de ducha sea la reforma más demandada de todas las posibles a realizar en una vivienda. Y es que está especialmente indicada cuando se trata de facilitar el acceso a los más mayores de la casa. Con un plato de ducha se gana independencia y es una medida de seguridad que se debería adoptar obligatoriamente cuando hablamos de personas de la tercera edad.

Las duchas para personas mayores y los platos a elegir pueden ser de diversos tipos:

Cerámicos:  Son los clásicos de siempre. Los más económicos pero también los más deslizantes. Por ello y porque tienen poca resistencia a los posibles golpes no los recomendaríamos en caso de ser un plato destinado a una persona con una movilidad más reducida.

Acrílicos: La capa externa es acrílica y la interna de fibra de vidrio o poliuretano. El interior cuenta con un refuerzo aglomerado que ha de ser de alta densidad  para que resista el peso adecuadamente. Son algo menos deslizantes que los cerámicos, pero no serían los más seguros para conseguir un buen agarre.

Resina:  Tienen gran capacidad de resistencia a los golpes. Y son muy antideslizantes. En este último punto es especialmente recomendable que estén recubiertos de los que se conoce como gel coat para una mayor adherencia.

De piedra natural: pizarra, mármol, cuarzo o granito. Son también muy antideslizantes. El principal inconveniente sería su elevado coste.

Otros posibles materiales son acero esmaltado, fibra de carbono, fibra de vidrio. Platos de ducha de obra o los realizados con gresite o con piedras de río.

Siempre lo más adecuado sería colocar el plato de ducha a ras de suelo (cota cero) con el fin de eliminar cualquier tipo de barrera y poder, por ejemplo, desplazar cómodamente una silla de ducha de ruedas.

Existen en el mercado mamparas con puertas de suelo a media altura para poder ayudar más cómodamente desde fuera de la ducha a la persona que está en el interior de la misma.

Sanitarios para discapacitados más adecuados

Más que sanitarios para discapacitados adecuados, lo conveniente es que junto a los mismos se instalen barras o asideros para que las personas puedan utilizarlos adecuadamente. Además de controlar la altura de las piezas, que será vital. Por ejemplo, el inodoro deberá encontrarse a una altura de entre 45 y 50 cm desde el nivel del suelo.

El lavamanos deberá ser suspendido y sin ningún armario o pedestal en su parte baja para que en caso de emplearse una silla de ruedas, se pueda acceder sin problemas.

Otras medidas en baños para minusválidos

Otros complementos que pueden resultar de utilidad y que nos pueden ayudar a hacer el cuarto de baño adaptado para minusválidos y más accesible, serían las sillas para la ducha, los suelos antideslizantes, la colocación de una puerta corredera en lugar de abatible…

Todas estas medidas son aplicables tanto a tu baño particular en tu hogar como si debes reformar el baño de tu negocio para tenerlo adaptado.